Flamenco salvaje. Esto es lo que se puede leer en una pizarra a la entrada de este tablao situado en la calle Sancho Dávila, en Madrid, cerca de la plaza de toros de Las Ventas. Y lo cierto es que lo que reza en el cartel es justamente lo que se ve en este lugar.

El Cafetín La Quimera es un pequeño local con una decoración inspirada en motivos árabes, alternados con otros como luces azules, un yunque  y demás elementos que dan una sensación de espacio sobrecargado.

El espectáculo dio comienzo 20 minutos después de la hora preestablecida, y aunque tarde, agradecimos que diese comienzo, para así dejar de escuchar el CD de El Barrio que estaba sonando de fondo.

“El Flamenco no es fuerza bruta, sino sensibilidad; no es virtuosismo facilón, sino gracia inesperada. Lo difícil del arte es hacer que parezca fácil, inexplicable… e indefinible” Estas palabras del gran bailaor Mario Maya estuvieron presentes en nuestra cabeza desde que los bailaores dieron sus primeros pasos hasta que acabaron con “bis” que ellos mismos comenzaron a pedir y provocaron…

Y es que el formato que emplean en su puesta en escena, no deja lugar a la duda, buscan el efecto, llamar la atención del público, la apariencia de improvisación… la naturalidad de un flamenco del todo desnaturalizado. Abusan de los desplantes y de los zapateados en búsqueda del aplauso fácil, el cual se produce cada dos minutos de manera constante durante el show, y además de ayudar poco a centrar la atención en el propio espectáculo, motiva que se produzca un murmullo generalizado entre el público que, a veces, se hace muy molesto.

Comenzaron por martinetes, después los propios artistas y durante unos cinco minutos se presentaron los unos a los otros, a continuación hubo tientos-tangos, alegrías y bulerías.

Su programación gira siempre en torno a los mismos artistas. Pese a ser un cuadro fijo, los artistas dan todo de sí mismos sobre el escenario, quizá otros mostrarían una actitud más apática por el formato o por la rutina, pero ellos se muestran involucrados.

El flamenco es un arte capaz de mostrar y producir una ingente cantidad de sentimientos y emociones, pero cuando se empeñan en mostrar sólo alguno de ellos sufre una notable pérdida de representatividad y autenticidad.

Fecha de la visita 6 de noviembre de 2016 en compañía de un periodista especializado y un aficionado y promotor flamenco.

Así nos cuentan su experiencia los amigos de Deflamenco.com