La Feria Internacional de Turismo, FITUR, es una de las ferias turísticas más importantes y como cada año reúne en Madrid a empresas del sector turístico de todo el mundo.

Todo aquel que su negocio tenga que ver -de un modo u otro- con el sector turístico ha de estar en esta Feria, la más importante de todas las que se desarrollan en Madrid en número de visitantes e impacto económico en la ciudad.

Nuestro trabajo con las agencias de viajes es, básicamente, en calidad de proveedores de información sobre la actividad de los tablaos flamencos. Es decir, que tras nuestras visitas a casi todos los tablaos de España y nuestro seguimiento de su actividad y programación, le ofrecemos información interesante a las agencias sobre qué espectáculo es el más interesante en un lugar y en un momento dado. Nuestras recomendaciones no se basan en ningún sistema de comisiones con ningún tablao en particular, sino que guardan más relación con lo interesante que nos parezca una programación o un espectáculo, y también tenemos en cuenta el perfil, las necesidades y gustos de los clientes a los que recomendamos.

El volumen de agencias con las que trabajamos va creciendo día a día y queríamos estar en FITUR para conocer algunas agencias más con la que colaborar y, así, desde nuestra pequeña tribuna, seguir contribuyendo a que los tablaos cada vez presten más importancia a sus programaciones y espectáculos.

Día tras día, reunión tras reunión, hemos conocido un gran número de agentes del sector turístico que están comprometidos no sólo con la máxima satisfacción de sus clientes, sino también con la huella que su actividad pueda dejar tras de sí. Y esto nos reconforta.

Pero en FITUR hay muchas empresas y también hemos conocido algunas que nos dejan intranquilos, tristes y enfadados. Algunas de ellas, cuando les preguntábamos a dónde suelen llevar a sus clientes, no se han rasgado las vestiduras en decirnos: “Pues a este o al otro, que sabemos que no son muy buenos, pero son los que mejor precio nos hacen y total nuestros clientes son guiris y no se enteran de nada”

Si ya el comentario es de por sí dañino, desde casi todos los prismas que lo evaluemos, peor fue su actitud tras preguntarle si era consciente del daño que ese tipo de actitudes hacían al flamenco y a la imagen que se podían formar los que se acerquen por primera vez a este arte. Ahí, con una mirada fría y distante, nos contestó que ése no era su problema, que ella estaba para ganar dinero y que todo lo demás importa poco…

Creemos que actitudes como esta son inadmisibles, poco edificantes y, desde luego, nada apropiadas para alguien que su negocio gira en torno a mostrar los valores, hitos y elementos más representativos de un país, en este caso España.

Dicho esto, cerramos nuestras puertas a cualquier tipo de colaboración a toda empresa relacionada con el sector turístico que comparta opiniones o tenga procedimientos similares a los anteriormente descritos.

Somos de la firme opinión que la cultura y el arte han de ser gestionados por profesionales y siempre de la mano de los artistas, y ha de verse como generador de ingresos, siempre que para generarlos no se atente contra los portadores de ese arte ni contra el arte propiamente dicho.